martes, 11 de noviembre de 2014


Qué podrían ayudarnos a tener éxito en el aula con un alumno con TDAH

 
El primer factor determinante es la formación del docente para conocer el trastorno, la involuntariedad de su problemática y las posibles estrategias a seguir para contrarrestar estos efectos adversos.

Otro factor importante es la ratio del grupo en el que se encuentre el alumno con TDAH ya que si esta es reducida, la posibilidad de poder dedicar más tiempo a este alumno y con ello las posibilidades de éxito aumentan considerablemente. Desgraciadamente este es un punto que se ha despreciado desde las autoridades educativas ya que no hay reducción de ratios por alumnos acnees.

Dentro del aula intentaremos que no haya factores de distracción para el alumno como puedan ser murales, otros alumnos con tendencia a la distracción, o material que no le vaya a servir para el desarrollo de la actividad que se pretende llevar a cabo.

Se debería procurar tener cerca al alumno con el fin de poderle prestar atención de forma más cercana. Esto posibilitará hacer llamadas de atención mediante una señal discreta, previamente pactada con el alumno, como un toque en el hombro, un arqueo de cejas o cualquier otra. También nos permitirá dosificarle el trabajo y reforzarle positivamente de forma inmediata a medida que vaya consiguiendo pequeñas metas.

Con alumnos que presentan una mayor conflictividad debido a un menor autocontrol, se podría aprovechar algún momento en que lo esté haciendo bien para reforzarle positivamente y hablar de ello, pactando un lugar de “relajación” fuera del aula y su entorno para los momentos en que pierda el control o se vea que va a perderlo. De este modo dejaría de percibirlo como un castigo para considerarlo una válvula de escape.

Como ya dije en otro momento en este blog, el trabajo cooperativo sería una parte importante en la socialización del alumno y para ello se elegiría un tema que sea de su interés y en el que pueda demostrar todo su potencial, así mejoraría el concepto que de él/ella se tiene en el aula y con ello su autoconcepto.

Otra parte tal vez más complicada de llevar a cabo, es la de estructurar la materia de forma diferente. En lugar de seguir un libro de texto, trabajar los diferentes contenidos del curso desde proyectos en los que la aproximación a los conocimientos sea de una forma más activa en la que se aprenda a hacer y haya un mayor espacio para la creatividad y la resolución de planteamientos desde otras perspectivas, algo en lo que los alumnos con TDAH destacan. Habría que darle una vuelta al temario para que el aprendizaje de los contenidos no fuera el fin sino el medio que permitiera crear, crear sin restricciones, sin tener que atenerse a unas premisas. Esto en la actualidad presentaría ciertos problemas de ajuste a los mecanismos de evaluación que se esperan de los docentes y al cumplimiento de las programaciones que se exigen, pero creo que vale la pena trabajar en ello, al menos para quedarse en un punto medio.

Seguro que me dejo ideas fuera que al leer la documentación acerca del TDAH iba pensando, por eso dejo esta entrada abierta a posibles ediciones o adiciones…

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